NekoGirl -(^.^)l Moderador - Guerrera Suprema Viento
Cantidad de envíos : 480 Edad : 32 Localización : Entre los cielos ^^ Fecha de inscripción : 22/09/2008
Informacion Nombre:: Veronica Raza:: Vampira Poder:: (546/1000)
| Tema: I'm a survivor, i'm an iron maiden Mar Oct 21, 2008 10:40 pm | |
| I'm a survivor, i'm an iron maiden
Aqui estoy, una vez mas, contando la historia de mi vida a un desconocido- Dijo la dama sentada al otro extremo del salon, apenas se podia divisar su rostro gracias a la escasa luz de una lampara.- No se por que lo hago, pero es algo que ya me parece comun. La dama se levanto del asiento que ocupaba y se dirigio hacia su oyente, quien la observaba cuidadosamente, mirandolo friamente por breves de segundos, para despues darle una calida sonrisa de aceptacion; el oyente se mostro confuso ante lo que acabo de presenciar, y finalmente pregunto:
-piensa usted que divulgare lo que comente conmigo?- parecio molesto. -A decir verdad, no me interesa- respondio la dama con indiferencia, al mismo tiempo que se quitaba el chal de seda que cubria sus hombros. -Entonces comience, antes de que me aburra de usted y me vaya, dejandola sola como lo han hecho los demas...- se mostro incomodo por la respuesta de la dama. -No pretendo aburrirte, si te parece puedes largarte, igual no me importa- y mirandolo fijamente esbozo una sonrisa, no de felicidad, sino de desafio.
El desvio la mirada, indignado, por la indiferencia de la mujer. Despues sirvio dos copas de whisky, y le invito a que se sentara a su lado; la dama accedio sin pena ni alegria, y con la misma expresion inherte de su rostro se propuso a contar la historia de su vida.
-...Y, donde comenzo todo? ¿por que abandono aquel lugar? ¿alguien causo esa huida?...- se adelanto a preguntar impaciente. - Deja de hacerme preguntas- dijo firmemente la dama al momento que cruzaba las piernas- si de verdad quieres saberlo haras silencio y escucharas atentamente, pues no repetire dos veces lo que voy a decirte. El hombre se recosto de la silla, tomando de un sorbo el whisky, se dispuso a escuchar lo que la dama tenia que decir.
-...yo tenia 18 años en aquel entonces- dijo la dama con sus ojos fijos en la candela de la chimenea- vivia en aquel convento de monjas de Auvernia- parecio sonreir al mencionar aquel dato de su historia- a decir verdad, yo era una de ellas. El hombre se sorprendio al escuchar lo que la dama acababa de afirmar; puesto que no parecia haber portado un habito alguna vez, puesto sus ropas eran muy sensuales, corsè de saten rojo, forrado con encajes negros de hilo, su falda estaba cubierta con los mas finos chiffones y piedras preciosas pendian de su cuello; la dama estaba en sus treinta y tantos años de edad, era hermosa, bastante. El no hizo pregunta alguna y la dejo continuar. -Soliamos rezar todos los dias, hacer obras de caridad y cosas por el estilo, mi vida era simple y tranquila, y pensaba que estaria toda mi vida sirviendo a Dios, pero me equivoque,- hizo una pausa y se mostro pensativa- un dia llego aquel sacerdote de Marseille; era alto, blanco, muy palido a decir verdad, sus ojos eran grises, mas bien con un extraño toque plateado, y su pelo era negro, y tenia una particular coleta, algo que no pensaba fuese permitido por la iglesia; era bastante atractivo, debo admitir- la dama parecia excitarse al pronunciar esas palabras, y su oyente la miraba fijamente al rostro, ese rostro que expresaba tristeza y rencor al mismo tiempo. Ella hizo una pausa nuevamente, pero esta se prolongo mas que la anterior, parecia molesta, o quizas no era incomodidad, sino, tristeza.
-Se encuentra bien señorita?- pregunto temeroso el hombre. -Señorita? ¿todavia es posible llamarme de esa manera?- sonrio la dama-, te agradezco que me llames ''señorita'' a estas alturas de juego. -No hay de que- sonrio por primera vez en esa noche- podria usted... -Claro, proseguire- dijo la dama recobrando la compostura- una mañana, lo vi caminando leyendo un libro por los jardines del convento, yo estaba regando las plantas en aquel momento y me sorprendio verlo por alli, tan radiante como siempre; no se me permitia hablar abiertamente con el, puesto que todavia era muy joven e inexperta y apenas habia recibido mi habito, en efecto, yo era simplemente una novicia pocos meses atras- volvio a sonreir, esta vez mas autenticamente- pero a el no le importo, y se acerco hacia mi, con su rostro apacible:
-Buenos dias mademoiselle Charlotte, que lindas se ven sus plantas el dia de hoy- mostro una calida sonrisa. -Bu...buenos dias monsieur- me sonroje. Oculte mi rostro para que el no lo notara, pero acerco su mano y lo alzo, y sonriendo dijo: -No te preocupes, es natural- su rostro se mostraba apasible, con la misma sonrisa dibujada, inmutable. Me miraba fijamente con sus cristalinos ojos grises. -Disculpeme monsieur, tengo que irme- avance a grandes pasos y mientras me alejaba, yo tocaba mi cara, palpando la zona donde el me toco con sus suaves y calidas manos; nunca olvidare ese dia, el dia en que me toco con tanta ternura por primera vez. El sacerdote Andres- asi se llamaba- me observaba desde el jardin mientras yo corria apenada, su rostro permanecio con la misma calma; sus ojos grises brillaban con un fulgor diferente, que me hizo pensar....
Espero les guste el inicio de esta historia que estoy escribiendo, vere si hago dibujos representativos de la historia.... (Post-Data para Lady White Death: si te fijas bien en la descripcion del sacerdote sabras de quien se trata ) | |
|